.:To Thrive

"When you smash those thresholds, particularly when you are alone, it makes you realise what you are capable of, and I thrive on that.” Demons That Drive Us To Row It Alone. Advanced Expert CAE. P. 105. Pearson Longman

Aquí yo, otra vez. Hace unos dias encontré esto en el libro de Inglés. Una clase que, particularmente, encuentro lo suficientemente problemática como para gastar todas mis faltas, pero mi esfuerzo por ser un alumno aplicado (digamos…) y empezar la uni el año que viene me lo tienen prohibido.

El texto lo escribe un hombre que se había aventurado a cruzar el Atlántico en bote, sólo, él contra el océano. No lo logró. Pero al tiempo surgió otro aventurero que sí completó el viaje, y sobre él escribió su nota. Su única meta, contaba, no eran los records que no podría romper, porque otros lo habían hecho antes. No era la fama, tampoco el dinero. Su objetivo era lograrlo por su propia satisfacción. El hecho de saber que él pudo hacerlo frente a tantos que temen y se apartan, y a otros que lo intentan y fracasan.

Yo me quedé con una duda. Thrive. ¿Qué es thrive? La respuesta es sencilla: prosperar.

En este momento de mi vida, en el que todo comienza a parecerse a la historia del ave Fénix, y se abren tantos caminos que me invitan a soñar y elegir, me quedé impregnado al mensaje, formando parte en secreto, entre toda la gente de la clase. Prosperar. Aventurarse a lo que desea uno, y el objetivo es prosperar. Lograrlo. Superarse. Realizarse. ¿Son palabras muy grandes, no? En sexto año de la secundaria se vuelven monstruos, pero de a poco comienza uno a vencerlos, como a los de nuestra niñez y tantos otros, que quedan atrás para revivir luego solo en charlas con amigos sobre nuestros viejos miedos. Rompemos las barreras, que son solo propias. Invadimos los territorios del futuro y tomamos control. Eureka. Estamos en camino a nuestro propio destino.

Cuesta, todo cuesta, pero ese viaje que vivo es personal y enriquecedor. Esa es la mejor justificación para emprenderlo. El mejor “porque”. Irse de la tierra con una sonrisa de satisfacción para que, sin importar que dirección tome el alma después, uno pueda simplemente agradecer.

A veces me parece mentira que tan pocas cosas puedan hacer tanto. Pero el valor simbólico en el que mi vida me habló, es más grande que todo ese día. Porque es cierto que el romper los límites, sobre todo cuando se está solo, hace que te des cuenta de lo que sos capaz, y prosperás en eso.